jueves, 26 de abril de 2012

Traumatismos dentales en niños


Es habitual que los niños se caigan dando en el suelo contra los dientes, o que reciban un  golpe con algún objeto, mientras juegan. La repercusión de un traumatismo debe ser evaluada por un dentista, y mejor cuanto antes.
Fractura de incisivo superior izquierdo, que al presentar excesivo resalte, con 
más facilidad es el primero en sufrir un golpe por caídas u objetos

Los dientes temporales normalmente se luxan, es decir, al recibir un golpe se desplazan hacia detrás, un lado o hacia dentro en la encía. Suele acompañarse de inflamación en la encía que rodea al diente y a veces hay cortes en el labio o alrededores. Normalmente el padre es quien antes notará que el diente no está como antes, se ha movido. El dentista hará una radiografía para poder comparar la evolución del trauma. En principio es recomendable dieta blanda para no dañar más el diente golpeado y si refiere dolor un analgésico acorde a la edad del niño.
Incisivo central (primero por la izquierda) en niño de 2 años
 que presenta desplazamiento hacia afuera


La evolución del una luxación generalmente será un oscurecimiento del diente que se puede acompañar o no de infección. Esto ocurre porque al desplazarse se rompe el aporte de vitalidad del paquete vascular que acompaña al nervio del diente, por lo que ese diente dejará de ser vital, y el nervio degenerará descomponiéndose (necrosis) un tejido vivo (nervio) y dando ese color oscuro del diente y a veces saldrá un granito de pus en la encía sin dolor o una inflamación de la encía (abceso) con dolor intenso.

El tratamiento de una luxación se evaluará en función de la edad, los incisivos se cambiarán entorno a los siete años, por ello en niños mayores (6 años o más) esperaremos a que lo cambie sino aparece infección o haremos la extracción. En niños pequeños (2-5 años) se deberá tratar mediante una pulpectomia, o eliminación del nervio. "Ver caso clínico de traumatismo con 2 años".
Incisivo central (segundo por la izquierda), en que e ha hecho una pulpectomia 

Otro de los riesgos de una luxación o una infección en un diente de leche es que ambas situaciones pueden dejar un defecto de formación en el diente definitivo que se está formando debajo, así puede erupcionar el diente definitivo con una zona blanquecina, menos mineralizada, denominada hipoplasia, que es más susceptible a deteriorarse y estéticamente compromete al diente nuevo.
Lesión por descalcificación en diente definitivo 
por un traumatismo en el diente de leche precedente

En dentición definitiva, raramente habrá luxación. Si ocurre habrá movilidad y se ferulizarán  los dientes que hayan recibido el golpe, a dientes sano adyacentes, para que al comer no se traumaticen más. Normalmente ocurrirá que la fuerza del golpe creará una fractura de la corona y/o raíz.
Fractura de corona en diente definitivo

En estos casos el diente roto se evaluará el límite de la fractura, si no es grande se reconstruirá con empaste, y si es muy grande puede necesitar una corona de porcelana.
 Fractura de corona en diente definitivo

 Reonstucción de fractura en composite

Incisivo central reconstruido

Además habrá que evaluar la vitalidad, y si el golpe ha dañado la vitalidad se hará una endodoncia para prevenir una infección o abceso, que en ocasiones la vitalidad se mantendrá inmediata al trauma y meses después aparecerá la infección.  "Caso clínico de traumatismo con 7 años"

 Es necesario hacer un tratamiento del nervio para cortar el proceso infeccioso

Si la fractura es vertical, hay que quitar el trozo roto y ver la dirección de la fractura. Si no es viable reconstruir el diente,  puede ser necesario la extracción de esa pieza.
Fractura de tres dientes en chico de 15 años, el incisivo central (segundo por la derecha) 
tuvo que ser extraído por una fractura vertical de la corona a la raíz

En ocasiones puede ocurrir que el diente se salga de el alveolo entero (avulsión), es muy importante para centros educativos, centros deportivos y padres o familiares, conocer esta situación. El diente deberá ser inmediatamente metido en un vaso de leche o conservar en suero salino o dentro de la boca, y acudir de inmediato a un dentista para que lo reimplante en el alveolo, ferulizandolo a los dientes adyacentes. Esto puede permitir que el diente siga en boca por muchos años aunque su vitalidad estará comprometida y precisará tratamientos futuros.