Desde los 3 años momento en que el niño ya tiene todos los dientes
de leche en la boca hasta los seis, momento en que salen los primeros dientes
definitivos, si la boca funciona, es decir, que mastica alternativamente por ambos lados, alimentos
secos, duros, carne, etc… el maxilar se desarrollará bien, crecerá en anchura y
longitud, guiado por los
movimientos hacia los lados de la mandíbula mientras mastica.
Maxilar bien desarrollado por una buena masticación
Una buena masticación con buen desarrollo del maxilar se aprecia en los incisivos superiores que estarán todos separados.
Separación fisiológica entre incisivos temporales
Este espacio entre los
dientes temporales lo aprovecaharán los dientes definitivos que son más grandes
para salir a boca y ahora sí quedarán todos juntos sin separación entre ellos.
Erupción ideal de incisivos centrales superiores
definitivos aprovechando el espacio sobrante
También una boca que mastica bien desagastará los dientes. A nivel de las muelas posteriores se apreciará un
aplanamiento de las superficies masticatorias, provocado por unos músculos
masticatorios potentes y bien desarrollados por este tipo de alimentación.
Desgaste de molares temporales por una buena masticación
Una mala masticación entre los 2 y los 6 años, condicionará por
falta de estimulación un desarrollo asimétrico que hará que los maxilares no
crezcan favorablemente. Los dientes de leche podrán presentar mordidas
cruzadas, retrasadas o invertidas, dando una masticación unilateral o atrapada en apertura y
cierre sin balanceos. Estas patologías son fácilmente dirigibles hacia un buen
desarrollo, con tratamiento
odontopediátrico de estimulación neuroclusal y ortopedia. Buscaremos con estos tratamientos
conseguir esa buena masticación bilateral de la mandíbula, para ensanchar el
paladar mientras masticamos y crear espacio a los dientes definitivos que
erupcionarán en los siguientes años, así como permitir el desarrollo de los
huesos de toda la cara.
Boca en niño de 8 años con falta de espacio para los dientes por haber
recibido una estimulación desfavorable durante el crecimiento
En los casos de mordia abierta, en que los incisivos no contactan
tras erupcionar, debido a que la mandíbula no tiene una buena estimulación, (uso del chupete, succión digital, succión labial, deglución atípica….) presentarán
una falta de crecimiento mandibular por lo que no se produce la activación del
circuito neural que genera los movimientos de lateralidad mandibular. Serán niños
que masticarán en apertura y cierre, comerán lentamente, habitualmente se les dará una
dieta más blanda o purés que comerán mejor. A los 5-6 años tendrán los
dientes sin desgastar, por falta de masticación bilateral por una baja potencia
muscular, en definitiva un subdesarrollo del sistema que se manifestará de
adulto, pero la lesión se ha creado desde la primera infancia.
Mordida abierta en niño de 4 años, se aprecia que no se
desgastan los dientes al masticar pobremente
En este intervalo de edad, salen las primeras muelas
definitivas, aparecerán sin que se caiga ninguna pieza justo detrás de las
últimas de leche.
Inicio de erupción del molar de los seis años por detrás
del último molar temporal en niño de 5 años y medio
Molar de los 6 años erupcionado con su forma intacta,
los demás dientes de leche si están desgastados
El engranaje que se establece entre los primeros molares
definitivos “muelas de los seis años” guiará la función de
la boca adulta desde este momento. Gracias a los surcos y cúspides que tienen las
primeras muelas definitivas, serán como las ruedas dentadas de cualquier
máquina, permitiendo deslizar hacia los lados la mandíbula desencajándose las
cúspides de una muela superior entre los surcos de su antagonista inferior y
viceversa. La naturaleza ha creado una anatomía en cada diente para un fin
concreto que es una buena masticación hacia los lados que nos permita
alimentarnos, al ser capaces de desgarrar los alimentos.
Al fondo de la boca se aprecian el engranaje del primer molar superior e
inferior con su forma intacta, al comer guiarán la masticación
¿Cuándo es necesario una primera visita al dentista?. Lo ideal es que los niños con 3-4
años acompañen
a los padres a su revisión dental para que este medio no les resulte raro. Además,
si visita frecuentemente al dentista como lo haría con cualquier otro médico, y
observa que sus padres se dejan revisar o tratar normalmente, no tendrá miedos
ya que jugando se sentarán también para mirarle por primera vez sus dientes de
leche. Por ello a estas edades haremos en muchas ocasiones los tallados
selectivos (desgastar ciertos puntos de las cúspides de los dientes que no ha
ocurrido por falta de movimiento lateral en la masticación) para facilitar el
inicio de una buena masticación y permitir al erupcionar las primeras piezas
definitivas cumplir su función de guiar la masticación para seguir
desarrollando el crecimiento de los huesos de la cara en anchura, altura y longitud.