Un dentista con experiencia en niños, cada seis meses (navidades y verano) debe revisar la boca desde los 3-4 años, vigilando su salud (higiene, caries, traumatismos), su desarrollo (crecimiento, hábitos) y la función de su boca (masticación).
En las primeras visitas de los niños al dentista, lo primero que hará el odontólogo es comprobar que no tengan caries para que los dientes de leche cumplan su función de “masticar”.
En los niños, las caries aparecen rápidamente tras erupcionar la nueva pieza en la boca, ya que se encuentra en un medio desconocido y agresivo.
Es importante mientras dure el uso del chupete no mojarlo en miel o sustancias azúcaradas que pueden provocar al dormirse el niño con el chupete en la boca lesiones graves por descalcificación. Lo mismo ocurre con ácidos, no debe ponerse zumos en biberones para que el niño se duerma.
Boca sin caries, en niño de 5 años
En los niños, las caries aparecen rápidamente tras erupcionar la nueva pieza en la boca, ya que se encuentra en un medio desconocido y agresivo.
Izquierda: Primer molar temporal con caries (zona más oscura);
Centro: segundo molar con empaste en amalgama (zona más blanca);
Derecha: primer molar definitivo con empaste en composite (zona blanca)
Es importante mientras dure el uso del chupete no mojarlo en miel o sustancias azúcaradas que pueden provocar al dormirse el niño con el chupete en la boca lesiones graves por descalcificación. Lo mismo ocurre con ácidos, no debe ponerse zumos en biberones para que el niño se duerma.
Respecto a la higiene bucal en las revisiones se le aconsejará sobre los métodos más adecuados para su hijo. Si es posible jugando se le pasará un cepillo sentado en el sillón dental para que el niño se vaya con la sensación de que ha sido tratado y que no ha pasado nada, para así ser más fácil su aproximación cuando necesite algún tratamiento.
Seguidamente como aún no habrán erupcionado los dientes definitivos, se hará un análisis en profundidad de la mordida de los dientes de leche, que son los van a guiar el desarrollo de los dientes definitivos creando las condiciones idóneas para que salgan bien colocados. Es necesario a estas edades diagnosticar si el niño tiene una buena masticación hacia ambos lados, lo que provocará un desgaste de los dientes de leche a los 6 años, reflejando que los ha usado.
Buena oclusión que será la guía para un correcto posicionamiento
de los dientes definitivos gracias a una buena masticación
También se analizarán todos los estímulos nocivos (respiración bucal, masticación unilateral, deglución infantil…) y hábitos perjudiciales (uso del chupete más allá de los dos años, chuparse el dedo..) que cuando están presentes condicionan a diario un mal desarrollo de la boca.
Mordida abierta con deglución infantil que no
permite una buena masticación hacia los lados
permite una buena masticación hacia los lados
Las distoclusiones o falta de crecimiento mandibular, están provocadas por una pobre masticación que no desarrolla la musculatura, y al no contactar los incisivos superiores con los inferiores no crea una buena masticación hacia los lados, lo que provoca falta de anchura en el paladar que no permite a la mandíbula avanzar. Creará también un patrón de masticación unilateral o en apertura y cierre
Dientes inferiores retrasados respecto a los superiores, por
un paladar estrecho que no permite crecer la mandíbula
Los prognatismos mandibulares o exceso de crecimiento mandíbular, son habituales junto con las mordida cruzadas, cuando la lengua adopta una posición más baja y adelantada dentro de la boca, por lo que no estimula el desarrollo del paladar y si empuja la mandíbula que crece sin freno. También se asocian con frecuencia a la respiración bucal que facilita este patrón de crecimiento.
Mandíbula muy grande que crece sin control
por respiración bucal y mala deglución
Las mordidas cruzadas están muy relacionadas con la forma de dormir, es decir, dormir boca abajo o metiendo la mano debajo de la cara crea una presión en el maxilar superior que comprime su desarrollo durante muchas horas al día mientras que la mandíbula por gravedad cae hacia ese lado cruzando la mordida. Esto creará un patrón de masticación unilateral o desequilibrado.
Niña de 7 años en que todos los dientes desde el incisivo lateral izquierdo
hasta el último molar están mordiendo por dentro de los inferiores al no haber
crecido el paladar a lo ancho por dormir apoyada en la cama sobre la izquierda
Las mordidas abiertas se crean al respirar por la boca, por el uso prolongado del chupete, por chuparse el dedo, por deglución infantil (tragar saliva empujando la lengua contra los incisivos en vez de apoyándola en el paladar). Esto creará una mala función bucal masticando en apertura y cierre.
Mordida abierta en chica de 30 años por chuparse el dedo, observar
como están más separados los dientes en donde interpone el dedo
Es por ello que el odontopediatra, es la persona que mejor conocerá el funcionamiento de la boca infantial, poniéndo los medios para ayudar a su desarrollo y por lo tanto también entenderá mejor el funcionamiento de adulto, ya que ha conocido la evolución desde la niñez, en relación a los estímulos que han condicionan su desarrollo (forma de dormir, comer, respirar, etc.….).